Para llegar al lugar de la ruta, desde
el centro de Asturias saldremos por la autovía Ruta de la Plata en dirección a Gijón y en Lugones nos desviamos por la A-64 que abandonaremos en Lieres
para continuar por la N-634 hasta Arriondas. Aquí proseguimos por la N-625 en
dirección al Puerto del Pontón y, tras pasar por Cangas de Onís, en unos diez quilómetros llegamos a la localidad de Santillán del concejo de Amieva, donde tenemos sitio suficiente para estacionar nuestro vehículo.
Cruzamos el río Sella por un puente colgante y, al otro lado, giramos a la izquierda por una ancha pista de tierra.
Un poco después, abandonamos la pista por la que venimos y vamos por otra a la derecha que nos adentra en el bosque.
Llegamos a un puente de madera y antes de cruzarlo vemos la primera de las figuras mitológicas y las ruinas de un molino.
Ruinas del molino |
Cuélebre |
Al otro lado del puente continuamos viendo más figuras y comienza a empinarse la ruta con piso empedrado.
Nuberu |
Mientras caminamos por el bosque, lo haremos siempre paralelamente al arroyo El Beyu, que forma muchos y muy bonitos saltos por la fuerte pendiente que estamos subiendo.
Busgosu |
Bruja |
Pico Pierzu |
Cruzamos otro puente y abandonamos el bosque para seguir por un fuerte camino en zig zag que en poco tiempo nos llevará al pueblo de Pen.
Pen |
Mota de Cetín |
Picos de Europa |
El pueblo es bonito pero carece de todo tipo de servicios como tiendas, bares, etc.
Peña Dulce |
En la pared de una casa vemos un madera con la siguiente grabación:
En este confín del mundo
y este sitio tan hermoso
una cara pintoresca donde
llega tanta gente de todos
los continentes: siendo
bien recibidos, abrazándolos
a todos, sin preguntar
donde vienen.
En este querido Pen
y en el barrio del Otero
pido a Dios la bendición
para los reinos de las familias
llamados Angela y Tin.
La
vuelta la hacemos por el mismo camino de la ida, pero al llegar al
puente colgante de Santillán, giraremos a la izquierda por una pista muy
ancha que en poco tiempo nos lleva al Área recreativa de Trambesagües,
de gran superficie y en muy buenas condiciones, donde podemos comer
antes de dar la vuelta hasta el lugar donde tenemos nuestro transporte.
Cuerria o corra (hay gran cantidad de ellas) |
En estas construcciones se metían las castañas con oricios, se tapaban con helechos o árgumas y se tenían en La Cuerria desde octubre hasta enero o febrero con el fin de que no se apolillaran ni se pusieran talludas.
Han sido algo más de seis quilómetros en total, en dos hora y cuarenta minutos sin contar las paradas.
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