VIVIR EL AIRE LIBRE: SENDA DEL RÍO LA MAREA

domingo, 25 de abril de 2021

SENDA DEL RÍO LA MAREA

Para llegar al comienzo de la ruta, saldremos desde el centro de Asturias por la autovía A-66 en dirección a Gijón, para desviarnos en Lugones hacia la A-64 hasta el enlace de Lieres, donde dejamos la autovía y continuamos por la carretera N-634 que nos llevará a Infiesto.

Aparcamos y empezamos a caminar en Infiesto, y lo hacemos por la carretera que se dirige a Campo de Caso.

En muy poco tiempo llegamos al Santuario de la Virgen de la Cueva y, aunque entramos en el recinto, no nos detenemos.

Nada más pasar el Santuario, pasamos por un puente que nos deposita en la margen izquierda del río La Marea.

Vamos a caminar durante bastante tiempo por la pista que va siempre pegada al río, muy agradable de caminar con abundante vegetación.

Río La Marea

Llega un momento en que tenemos que salir a la carretera, pero inmediatamente volvemos al camino de ribera.

Ruinas de un antiguo molino

Y poco a poco, vamos pasando los kilómetros que nos llevan a Peridiella, donde finaliza la ruta oficial.

Nosotros, para no volver por el mismo sitio, tomamos un camino a la derecha que, con fuerte inclinación, nos irá alzando por distintos pueblos.

La subida es constante, con más o menos pendiente.

Y, tras un recodo del camino, ya vemos el pueblo de El Vallín de la parroquia de Beloncio.

Vallín

Pero antes de llegar al pueblo, hemos de pasar por un bonito lugar con lavadero y fuente, donde unas placas nos indican que colaboraron las personas del pueblo.

Seguimos subiendo y ya estamos en Beloncio, lugar bonito con hermosas casas y una buena iglesia de estilo románico.

Tenada para la hierba. Hace muchos años que no vemos una, puesto que fueron sustituidas por los bolos

Iglesia de San Pedro en Beloncio

Una vez más, comprobamos lo que ya sabíamos hace mucho tiempo y es que a la gente de los pueblos les gusta charlar con los que llegamos de forma esporádica y se esfuerzan en ser amables con nosotros, desde el señor muy mayor que nos cuenta los años que tienen algunos formidables árboles, hasta el matrimonio que nos dice que "nosotros vivimos en Gijón y vinimos a pasar tres meses, pero con esto de la pandemia, ya llevamos un año."

Tenemos que bajar un par de kilómetros por la carretera, que no se hacen pesados, mientras contemplamos las florecientes pomaradas, así como El Sueve o el monte Cayón.

Llegamos al lugar donde habíamos cruzado la carretera y volvemos al camino a la orilla del río que nos llevará a Infiesto.

Al llegar a la Cueva, no nos detenemos y pasamos de largo hasta el lugar donde tenemos aparcado nuestro coche y, a continuación, volvemos al Santuario de la Virgen de la Cueva, para contemplarla con detalle, que ya hace muchos años que la visitamos por última vez. Allí aprovechamos los bancos y mesas que hay en la pradera, para recuperar un poco las energías perdidas, que en verdad no han sido muchas.