El 19 de diciembre de 2015, el fuego atacó a toda Asturias con una fuerza insólita que arrasó grandes zonas de arbolado. Uno de los municipios más afectados fue El Franco, donde las llamas llegaron hasta el mar.
El 18 de diciembre de 2016, se realiza una marcha por algunos de los lugares quemados para ver como van las cosas un año después de la tragedia.
Salimos de la misma puerta del Ayuntamiento en La Caridad, por la carretera que lleva a Viavélez.
Al comienzo de la ruta, pasamos al lado de la iglesia y, al lado de la misma, vemos una de las señales del Camino de Santiago que es única en el mundo puesto que solo las encontraremos en este municipio.
Estas señales nos traen a la memoria aquel 9 de agosto de 1993 en que pasamos por esta localidad haciendo nuestro primer camino de Santiago, que sería el preludio de otros muchos. Vemos que las señales también se estrenaron ese año, que puede ser considerado como el principio del boom de las nuevas peregrinaciones a Compostela.
¡ Ya han pasado 23 años!.
Caminando hacia Viavélez, vemos que, aunque aun se nota el fuego en la parte baja de los árboles, la naturaleza se abre paso para crear nueva vida.
Y lo que si se nota bien es la presencia de las temidas avispas asiáticas que forman sus nidos en las cúpulas de los árboles.
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| Nido de avispa asática |
Debajo de esta líneas, pongo una fotografía del diario El Comercio (espero que no se me enfaden) publicada el día 20 de diciembre de 2015, y otra en la actualidad.
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| El Comercio (20.12.2015) |
No llegamos a entrar en Viavelez y nos vamos hacia San Pelayo donde volvemos a encontrarnos con el Camino de Santiago, pero en sentido contrario.
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| Ermita de San Pelayo |
Más imágenes de la zona incendiada donde volvemos a ver brotes nuevos.
Tras continuar la marcha, volvemos a La Caridad para finalizar la marcha en el complejo cultural As Quintas.
En este lugar se va a inaugurar un monumento en recuerdo de aquellos fatídicos hechos. Se trata de un contenedor de basuras, de los verdes que hay en cualquier localidad, reducido a la mínima expresión por el ataque del fuego.
Lo cierto es que sobrecoge ver como quedó el contenedor.
Y después de los malos recuerdos, vamos a visitar en esta misma localidad, uno de los belenes más bonito que jamás hemos visto. No es un belén grande, no tiene figuras extraordinarias. Es un belén para maravillarse de las cosas que pueden hacer algunas personas.
Obra de José Ramón Díaz, tiene más de 300 figuras que, junto con las edificaciones típicamente asturianas, conforman un conjunto asturiano donde encontraremos más de 100 figuras dotadas de movimiento. Uno se maravilla al ver unas gallinas de apenas 2 centímetros picando en el suelo en busca de alimento, o los malladores de la sidra que solo descansan cuando el día da paso a la noche, o . . . ¡Hay que verlo!
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| La ruta en el mapa del IGN |
Ha sido un paseo de 6,11 kilómetros en 1 hora y 30 minutos.
Hicimos la ruta el 18 de diciembre de 2016.
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