miércoles, 28 de septiembre de 2011

RUTA DEL CARES

Para llegar al comienzo de esta ruta, desde el centro de Asturias nos dirigimos en dirección Santander por la autovía del Cantábrico (A-64). En Lieres (salida 14) nos desviamos por N-634 hasta Arriondas y allí por la N-625 a Cangas de Onís. Proseguimos por la AS-114 hasta Arenas de Cabrales, donde nos desviaremos hacia Poncebos por la AS-264 
Al llegar a Poncebos continuamos de frente y trás pasar la zona de restaurantes y el desvío a Camarmeña, vemos la señalización a nuestra derecha que nos indica el comienzo de la ruta. Es preciso estar atento a esta primera señal pues la anchura de la pista puede equivocarnos y hacer que pasemos de largo.

La ruta vista en Google Earth


Comienzo de la ruta

Comenzamos con una fuerte subida de aproximadamente 3 quilómetros por terreno de piedras sueltas de todos los tamaños y escalones tallado en la roca.






Los primeros rayos del sol hacen que las piedras tengan estos colores
Si volvemos la vista atrás, iremos viendo el camino andado y su desnivel

Por primera vez vemos el canal para el agua de Caín a Poncebos


La naturaleza, siempre caprichosa, nos deja imágenes como esta.
¿Quien colocó esa piedra que parece impedir que caigan las otras?

La subida toca a su fin cuando llegamos a Los Collados que es la máxima altitud de la ruta. Aquí encontraremos un panel muy interesante que nos desvela cómo, cuando y por qué se hizo esta ruta.




EL CANAL DEL CARES.- Desde 1915 a 1921 la Sociedad Electra de Viesgo llevó a cabo las obras de captación y conducción de las aguas del río Cares desde el pueblo leonés de Caín hasta la central hidroeléctrica de Poncebos,  en Asturias. La dificultad del terreno y los problemas técnicos que fueron surgiendo modificaron la idea inicial de un solo túnel entre la presa de Caín y la cámara de carga de Camarmeña, por donde discurren los 11 km. de canal. El resultado es el canal de hoy, que con un desnivel de uno por mil tan pronto aparece en la superficie como se interna en uno de los 71 túneles barrenados a mano y construidos por los más de 500 trabajadores que empleó la obra. De la dureza de la misma son testimonio las 11 vidas que se perdieron en diferentes accidentes.
LA SENDA.- En septiembre de 1945, para solventar las dificultades de mantenimiento del canal debidas a la antigua senda, se emprendieron las obras de la actual, que se prolongaron hasta junio de 1950. Para ello se realizaron diversos trabajos, como picar roca para fijar cargas de dinamita que abrieran camino, levantar muros de piedra para construir la senda a nivel, instalar rudimentarios teleféricos manuales para cruzar personas y carga de un lado al otro del río, o cortar madera para construir los puentes que, salvando abismos de hasta 60 metros, obligaban a los obreros a trabajar atado con cuerdas. (Transcripción literal del panel citado)

Inmediatamente hay una rápida bajada y una visión hasta larga distancia de la ruta que vamos a encontrarnos.




Se ha terminado la bajada y a partir de ahora caminaremos, casi siempre, en llano o con unos desniveles muy pequeños.

A lo largo del recorrido nos encontraremos con 
varios  aliviaderos  del caudal de la canal

Puente construido para facilitar el paso cuando baja agua por esta
torrentera



Puente Viella (No tenemos que pasar por él)

Indicadores de dirección que además nos indican el tiempo que 
nos falta para llegar a nuestro (medio) destino

Presencia nuestro paso y no se si se rie de nosotros o cuenta el 
número de caminantes.

Otro puente para evitar la torrentera



Puente Bolín
Vista desde Puente Bolín

Puente de Los Rebecos
Estamos a punto de llegar a Caín y vamos a pasar por los túneles más largos y oscuros, con algunas ventanas al río para tener algo de claridad.




La presa con el agua más limpia que yo he visto en toda mi vida
Estamos, al fín, en Caín donde encontraremos múltiples dedicatorias de afecto y admiración hacia el Cainejo, primer escalador del Naranjo de Bulnes junto con el Marqués de Villaviciosa Pedro Pidal.




martes, 13 de septiembre de 2011

RUTA PICO PIENZU

Desde el centro de Asturias tomamos la Autovía del Cantábrico (A-64) en dirección a Santander y la abandonamos en la salida para Colunga/Arriondas para continuar por la AS-260 que se dirige a Arriondas y llegar al alto de El Fito, donde nos detendremos y dejaremos nuestro vehículo en el aparcamiento que hay allí.



Cruzamos la carretera y vemos al otro lado el cartel indicador de la ruta que vamos a hacer.




Comenzamos con una pequeña subida que nos lleva a bordear una edificación que en su día perteneció a los equipos anti incendios, para a continuación bajar dejando a nuestra izquierda un precioso bosque de pinos.



El camino continua en subida y es, por momentos, de piedra suelta, tierra o cesped.



Se vuelva casi llano, mientras que vemos el mar continuamente a nuestra derecha.






Hasta ahora, no hemos visto nuestro destino pero cuando estamos a punto de llegar a la majada de Bustacu, vemos por primera vez la cruz que corona el pico Pienzu.


En esta majada de Bustacu tenemos un indicador de rutas y se ven las ruinas de una cabaña. Hemos invertido una hora en llegar hasta este lugar.




Ahora van a llegar las rampas más fuertes, con excepción de la subida final, para llegar a una nueva majada denominada de Mergullines.





Solo nos resta enfrentarnos al asalto final que emprenderemos con paciencia y en zig zag para llegar a la gran cruz donde finaliza la subida.


Poco después llegó un magnífico perro llamado Flip que tenía tanta sed como nosotros.


El lugar es una auténtica maravilla y desde aquí podemos ver, si el día está despejado, gran parte de Asturias.

Lastres

La Isla

Cordillera Cantábrica

Colunga


Ribadesella

Arriondas
La vuelta la realizamos por el mismo sitio.



Han sido 11,53 kilómetros en 5 horas y 3 minutos con varias paradas incluida la comida.
Ganancia en altitud 727 metros.
Pendiente máxima 50,7 %
Pendiente media 12,0 %