Una tregua en el tiempo de este "invierno de abril" y me voy a conocer de primera mano que fue lo que sucedió en Anzó, donde una montaña se nos derrumbó, con gran perjuicio para los habitantes de la parte alta de la Cuenca del Nalón.
Aparco en la zona del Pedroso, al final de Rioseco, a donde se llega desde el centro de Asturias por la autovía A-66 en dirección a León, para abandonarla en Olloniego y
continuar por la AS-244 hasta Langreo donde seguiremos por la AS-117
hasta Rioseco en el concejo de Sobrescobio.
Comienzo a caminar en el mismo lugar donde se encuentra el panel de la ruta CALZADA ROMANA DE SOBRESCOBIO, pero, ahora, por la carretera AS-117 que no tiene tráfico puesto que no se puede pasar del lugar del derrumbamiento.
Para pasar a la otra parte, hay que tomar en el Merendero de Anzó una pista de hormigón, con fuerte pendiente, que ya es conocida por pertenecer a la ruta del CAMÍN DE ACÉU que ya hicimos en otra ocasión.
Desde la parte de Rioseco, apenas se puede ver el desprendimiento, opero de la parte de Caso ya es otra cosa. La reseña de la ruta la hago desde este lado de vuelta.
Parte de la montaña se ha caído sobre la carretera, pero aún se percibe que puede ser mucho más lo que puede seguir cayendo.
El lugar por el que se puede pasar está bien señalizado y nos advierte de las dificultades que podemos encontrar. Hoy hace un día bueno, pero me imagino las dificultades con lluvia.
Cruzamos el río Barranco o Anzó, que baja precioso y vierte sus aguas al Nalón a los pocos metros.
De inmediato comienza la subida por un bonito camino.
La subida es constante y, en algunos tramos, cuenta con un buen empedrado.
Un panel nos indica que estamos en el Lugar de los Infiernos, de la antigua calzada que hicieron los romanos para el paso hacia y desde la Meseta por el puerto de Tarna.
Al llegar a la parte más alta, unos indicadores nos ofrecen la posibilidad de continuar hacia Rioseco por el Camín del Acéu o bajar al pueblo de Anzó y posteriormente a la carretera.
La bajada es por una pista de hormigón con buena pendiente, que pronto nos lleva al pueblo de Anzó, a través de un bonito bosque de castaños.
Llegamos a la carretera y, por la misma, volvemos hacia el lugar de comienzo, siempre al lado del río Nalón.
Central eléctrica de Tanes |
La ruta en el mapa del IGN |
Perfil de la ruta (solo vuelta) |
Ha sido un bonito paseo de 5,04 kilómetros.
Ganancia en altitud 210 / -224 metros.
Pendiente máxima 49,7 / -63,1 %.
Pendiente media 10,7 / -9,7 %.
La ruta se hizo el 6 de abril de 2018.
No hay comentarios:
Publicar un comentario