RUTA POR EL VALLE DE LLABRES

Salimos del centro de Asturias por la autovía A-66 en dirección a Gijón, que dejaremos en Lugones para seguir por la A-64. Al llegar al enlace de Lieres proseguimos por la A-68 y más adelante por la A-8 hacia Santander.

Al llegar a la salida para Celorio, dejamos la autovía y en la rotonda iremos a la derecha en dirección a Posada por la AS-263. A la entrada de Quintana vemos una pequeña capilla y un desvío a la izquierda que nos llevará a Piedra, tras cruzar un paso a nivel, donde comienza esta ruta de hoy.

La ruta no tiene señalización de ninguna clase.

Estacionamos nuestro vehículo junto a la Casa del Concejo de Piedra, y unos metros más adelante comenzamos la ruta, a la derecha, en dirección al río.

Ante nosotros se ve la collada Prida, a la que tendremos que llegar por un camino zigzagueante.

En un momento llegamos al río, que por el origen karstico de la zona pasa oculto y reaparece más abajo, como veremos al final de la ruta, y lo que ahora vemos es solamente arena.

Continuaremos caminando por buena pista y, ante los varios desvíos que encontramos, nuestra tendencia es a la izquierda paralelos al curso del río.

Lecho del río seco

Como se puede observar en el mapa de la ruta, me pasé de largo en el desvío que tenía que tomar a la derecha, y en ligera subida, un poco antes de llegar a una finca cerrada con un muro de piedra, aunque el retroceso no fue muy importante,  hay que estar más atento que yo.

Comenzamos la subida hacia la collada La Prida por un sendero de buen piso, pero bastante tomado por los helechos.

Son unos 300 metros de desnivel en poco tiempo y que puede resultar algo dificultoso si está mojado por lo resbaladizo de las piedra en varias zonas.

Una vez en el alto del collado, las vistas que tenemos de la costa llanisca son realmente llamativas.

Vamos a tomar rumbo oeste y ante nosotros tenemos el precioso valle de Llabres.

Valle de Llabres

A nuestra izquierda tenemos la sierra de Peña Villa y a la derecha el cordal de Llabres.

En algunas ocasiones se encuentra camino, otras veces es por sendero más o menos marcado, y en muchísimas otras desaparece todo y hay que buscarse la vida entre las árgomas y las espineras.

Fuente Las Conchas

Son varias las majadas que encontraremos con las cabañas en ruinas.

Pasamos por la derecha de un cercado metálico y entramos en una zona muy caótica y penosa para caminar.

Según nos vamos acercando a Vibaño, mejora en camino y toma una ligera pendiente de bajada.

Ya vemos Vibaño y a su espalda la sierra de Benzúa.

Entramos en el pueblo, y, casi de inmediato giraremos noventa grados a la derecha para tomar una pista de hormigón y así comenzar la subida hacia Rioseco.

El camino es bueno, empedrado y en quince o veinte minutos nos lleva a Rioseco.

Rioseco

Cruzamos el pueblo y seguimos por la carretera de bajada, durante poco más de un quilómetro, hasta que encontremos un camino de gravilla a nuestra derecha.

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Casi al momento otro desvío a la derecha para entrar en una pista en bajada.

Continuamos nuestro caminar hasta encontrar una portilla con escapadero a los lados, por la que cruzaremos. También es posible continuar por el camino que traíamos pero es mucho más largo y en peores condiciones.

Pasamos al lado de una gran bloque de apartamentos rurales y seguimos obviando los desvíos a la izquierda que nos llevarían a la carretera.

Pasamos por detrás de la localidad de Posada y después de dejar a un lado la vaquería del Colegio Don Orione, llegamos al pueblo de Lledías.

Ermita de S. Francisco en Lledías

Indicar como cruzar este pueblo es bastante difícil por la gran cantidad de carreteras que hay, y solo puedo decir que la dirección es oeste y que podemos preguntar por el camino a la panadería.

Un poco después de pasar junto a la panadería, otra vez se nos ofrece derecha o izquierda y nosotros iremos a la izquierda contrariamente a lo que nos indica una flecha en una columna de hormigón.

Cruzamos un puente y pasamos al lado de una restaurado molino que ha sido reconvertido en moderno chalet, para entrar en un hermoso camino al lado del río y llegar en poco tiempo al pueblo de Piedra que fue comienzo de nuestra ruta hace unas horas y que ahora es final.

No creo que vuelva a hacer esta ruta, pero si me viese obligado a hacerla, una cosa obligatoria para llevar sería una hoz para abrirme camino.

Han sido 15,37 quilómetros en 5 horas y 20 minutos.

Ruta realizada el 30 de julio de 2014.