Para llegar al comienzo de la ruta saldremos desde el centro de Asturias por la autovía A-66, para continuar por la A-64 y posteriormente por la A-8 hasta la salida 303 a Posada de Llanes. Llegados a esta localidad nos vamos a la izquierda en dirección a Llanes, pero a los pocos metros giramos a la derecha para continuar por la AS-115 hasta Puente Nuevo. De nuevo a la derecha en dirección a Ardisana y después hacia Ardisana por la LlN-15 hasta encontrar una señal en un cruce que nos indica a la iglesia.
Dedicamos esta ruta a Antonio Alba que la recoge en su nuevo libro "Cascadas de Asturias, 32 rutas con cartografía".
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| Iglesia de Ardisana |
Aparcamos en el prado de la iglesia y comenzamos a caminar en sentido contrario al Camino encantado hasta que vemos al momento la figura del Nuberu.
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Sin llegar a él, nos vamos a la derecha por un camino de tierra que se mete entre la espesura de los árboles.
Esta pista se hace de hormigón cuando empieza a empinarse.
A la izquierda vemos entre los árboles un depósito de agua y nosotros continuamos subiendo.
Cuando finaliza esta pista de hormigón, deberíamos seguir por un camino, pero debido a lo cegado que está por los artos, saltamos una portilla y nos dirigimos a una cabaña muy rehabilitada.
Volvemos al camino, que ya se encuentra bastante mejor, y seguimos entre los artos y los helechos como buenamente podemos.
Encontramos una manguera negra que es la que trae el agua desde la cascada hasta el pueblo, y que nos ha de servir de guía, muchas veces, en lo que resta de camino.
Llegamos a una braña donde encontramos varias cabañas, algunas de ellas hechas con tablas.
Aquí nos liamos un poco por la gran cantidad de senderos que salen en todas direcciones, hasta que encontramos un camino a la derecha que baja hacia el río, y que es el bueno.
Cruzamos un pequeño regato que lleva un hilo de agua y al momento, como no podía faltar, un pequeño trozo del camino con bastante barro.
Y, a continuación, volvemos a encontrarnos con la manguera y cruzamos el río Blanco que apenas lleva agua.
Al otro lado del río, hay una cabaña que aprovecha la montaña para protegerse.
El sendero se empina algo más y nos encontramos con un derrumbe que pasamos sin demasiado problema.
Son pocos los metros que nos faltan para el final y ya vemos la cascada, aunque aún nos queda la dosis suficiente de pinchazos y arañazos de las árgomas.
Llegamos a la cascada, que en esta época no lleva mucha agua, que cae sobre una balsa donde se mete en la tubería negra que nos ha guiado hasta aquí y que ha de abastecer el pueblo de Ardisana.
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| Cascada El Meón |
Estamos en un precioso lugar rodeados de montañas y solo nos queda dar la vuelta por el mismo lugar por el que vinimos.
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| La ruta en el mapa del IGN |
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| Perfil de la ruta |
Han sido 3,37 kilómetros en 2 horas y 30 minutos.
Ganancia en altitud 241 / -241 metros.
Pendiente máxima 49,8 / -47,4 %
Pendiente media 13,5 / -13,4 %
Tiempo en movimiento 1 hora y 28 minutos.
Altura máxima y mínima 381 / 210 metros
Hicimos la ruta el 16 de julio de 2020
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