Vamos a por la etapa número 12 y parece que la proximidad de Santiago y la constatación de que a partir de nuestro paso por Melide, con el mogollón de pregrinos que, supongo encontraremos, hace que las sensaciones sean algo extrañas.
Comenzamos a caminar en la réplica del miliario del año 40 de nuestra era y cuyo original, tras varias vicisitudes, se encuentra en el museo del obispado de Astorga.
La ruta es sencilla, pero como casi todas las de Galicia, es un rompe piernas con continuas subidas y bajadas, y tanto con zonas de asfalto como precisos caminos de tierra.
Vamos dejando a los lados del camino, pequeños pueblos sin servicio alguno, pero con hermosas casas de piedra típicas gallegas.
Los hermosos paisajes se van sucediendo a nuestro paso por bosques y caminos, en nuestro particular sube y baja.
Son innumerables la gran cantidad de iglesias y cementerios que hemos visto en esta etapa.
Cuando el caminante vea aerogeneradores en la lejanía, tenga la completa seguridad de que hay que subir hasta ellos.
Y tras esta última subida, ya todo será cuesta abajo en busca del final de etapa.
Teníamos previsto que el final de etapa fuese en Vilamor , pero por motivos logísticos continuamos algo más hasta Irago, donde ponemos fin.
Han sido 21,75 kilómetros en 5 horas y 21 minutos.
Ganancia en altitud 635 / -713 metros.
Pendiente máxima 14,1 / -17,8 %
Pendiente media 5,4 / -6,0 %
Tiempo en movimiento 5 horas y 7 minutos.
Altura máxima y mínima 707 / 481 metros.
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