jueves, 16 de abril de 2020

FORTALEZA




Esta historia comienza el 29 de julio del año 2007, cuando finalizamos la etapa entre Santo Domingo de la Calzada y Belorado, del Camino de Santiago.
Al llegar a esta última localidad, nos dirigimos al Centro de Salud, para la atención a los pies de María Teresa, que, sin explicación posible, había sufrido mucho durante la caminata. Mismo calzado, etapa normal (22,5 km.), todo como siempre y ese día los pies destrozados por las ampollas.


Un ejemplo, hasta el día de hoy tenemos, creo, nueve y siete rutas diferentes a Santiago y nunca hemos tenido una ampolla.
Nos atienden extremadamente bien y nos dan varios consejos:
.- Volver a casa. (Decimos que no).
.- Saltar todas las etapas hasta llegar a León.
.- Descansar el día siguiente, como mal menor, que es entre Belorado y Atapuerca, con una longitud de 31 km.
De todos estos consejos que nos dieron, hicimos caso a medias.
Tomamos un autobús entre Belorado y Santovenia de Oca, para evitar los Montes de Oca que tenían fama de fuertes. En Santovenia, nos bajamos del autobús y vamos andando hasta San Juan de Ortega y, posteriormente, hasta Atapuerca pasando por Agés.
De los 31 km. que debería tener la etapa, solo hicimos 9 km. andando y al día siguiente continuamos el Camino de Santiago con próxima parada en Burgos.


Pasan 6 años desde la anterior experiencia y pensamos que de los casi 800 km. del Camino Francés, nos habíamos saltado 24 y que no merece la pena dejarlo incompleto por esa pequeña distancia. Por ello, ni cortos ni perezosos, nos vamos a Belorado y el 25 de septiembre hicimos lo que teníamos que hacer para completar el itinerario. Realmente, disfrutamos mucho en esta segunda oportunidad, y que podéis ver, si querés, en esta entrada.



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